Hola Ángela Ana, he venido para contarte un cuento, un hermoso y bonito cuento de un león y una jirafa.
¿Quieres que te lo cuente?
¿De verdad que si?
¿Estás segura?
Bueno vale, ya te he oído.
Este cuento empieza como todos los cuentos.
HABIA UNA VEZ un león muy guapo y muy fuerte, tenía una larga melena, y además bailaba muy bien, también era muy bueno, era tan bueno que comía hierba para no hacer daño a los animales.
Bueno pues este león iba un día paseando por la selva, moviendo su larga melena, y se encontró con una hermosa jirafa, pero cuando digo hermosa, Ángela Ana, digo hermosa de verdad. Tenía unos bonitos y grandes lunares por todo el cuerpo, unas patas largas terminadas con unas pezuñas negras y brillantes, aunque ella como era muy coqueta, algunas veces se las pintaba. También tenía un cuello muy, muy, muy largo y muy, muy, muy bonito, era el cuello mas largo y bonito que el león había visto jamás, aunque lo que de verdad le gustó al león fueron los dos cuernecillos chiquititos que tenía en la cabeza, por que, en las jirafas, los cuernecillos nos dicen como son de verdad las jirafas, pero no por fuera sino por dentro.
Creo te estoy liando, te lo explico mejor. En las jirafas los cuernecillos cuanto más chiquititos son, mas buena, amable y graciosa es la jirafa. Fíjate que cosas, lo mas chico que tiene es lo mas grande de ella.
Está bien continuo, pues eso, que el león la vio y se enamoró de ella. Se enamoró tanto que rápidamente se lo dijo a sus padres y a todos los animales de la selva. Así que se fueron a vivir juntos en una gran choza que se habían echo. Eran muy felices y todos los animales se alegraban mucho por ellos. Un día le dijo la jirafa al león que podían escribir una carta a la cigüeña para que les trajera un bebé, y el león le contestó que si, que sería estupendo tener un bebe en la choza. Así que rápidamente se pusieron a escribir la carta. Cuando la acabaron se la dieron al Señor búho, que es el que lleva las cartas en la selva.
Todos los días iban a ver al Señor búho para que les dijera si la cigüeña había contestado a su carta. Pero nada, esta nunca les contestaba y cuando lo hacía era para decirles que no podía traerles un bebé. Entonces decidieron ir a contárselo al Maestro tigre, que era el mas listo que había en toda la selva. El Maestro tigre los recibió y tomando un refresco, les explico que la cigüeña no podía traerles un bebé por que como ellos eran dos animales diferentes la cigüeña no sabía que tenía que traerles, si una jirafa pequeñita o un leoncito chiquito y juguetón.
Así que la jirafa y el león se pusieron muy tristes, por que ellos tenían muchas ganas de tener un bebé. El Maestro tigre, cuando los vio tan tristes les dijo que había una solución, aunque era muy arriesgada. La jirafa y el león dijeron que aunque tuvieran que atravesar la selva entera, ellos querían un bebé. Entonces el Maestro tigre les dijo que de eso se trataba, que si la cigüeña no les traía el bebé, pues podían ir ellos y traerse uno.
Y así lo hicieron, prepararon sus maletas y se fueron. Cruzaron ríos muy grandes y subieron a montañas muy altas que luego tuvieron que bajar, hasta que después de un montón de ríos y otro montón de montañas, consiguieron atravesar la selva, aunque tuvieron que ir un poco mas lejos, por que las cigüeñas que traen los bebés viven muy lejos.
Cuando llegaron, no se lo podían creer, había bebés por todos lados, en el suelo, en el agua, en los árboles, todo estaba lleno de bebés. Así que se pusieron a buscar una jirafita o un leoncito, pero mientras buscaban vieron a un pequeño ratoncito que no paraba, corría para un sitio y cuando llegaba volvía otra vez corriendo. Les gustó tanto y les hizo tanta gracia que decidieron traerse al pequeño ratoncito.
Fueron en busca de una cigüeña para que les llevara el ratoncito a la selva y ellos volvieron a cruzar el montón de ríos y el montón de montañas para regresar a su casa y contarles a sus amigos que pronto la cigüeña les traería el nuevo bebé.
Cuando la jirafa y el león se enteraron del día en que iba a llegar la cigüeña, se lo dijeron a todos los animales de la selva y también llamaron a un oso y una osa que eran los que hacían fotos en la selva. Bueno fotos, fotos no, por que en la selva no hay cámaras para hacer fotos, pero hacían algo parecido. ¿Que como lo hacían?. Pues mira Ángela Ana, es muy fácil. Primero le pedían permiso a un árbol para que les prestara un trozo de madera grande y liso, después cogían trocitos de hierba, flores y hojas de muchos colores y luego los mezclaban y los colocaban encima de la madera, así cuando terminaban ya tenían la foto hecha.
Bien ya te has enterado, pues cuando terminemos el cuento nos vamos a pintar con flores ¿vale?.Y no me interrumpas más que ya queda muy poco. A ver por donde íbamos, ha si, que por fin llegó el día. Estaban todos muy nerviosos esperando ver la cigüeña. Cuando apareció volando, todos empezaron a saltar y a abrazarse de alegría. Corriendo fueron al lugar donde se había parado para dejar al pequeño ratoncito. Cuando llegaron fue un momento muy bonito, la jirafa y el león lo cogieron y lo abrazaron mientras los demás miraban, algunos lloraban y otros reían, pero todos estaban muy felices.
¿Y sabes lo que hizo el ratoncito cuando sus papás, la jirafa y el león, lo soltaron en el suelo?. Empezó a correr y a reír, corría y reía, reía y corría, así todo el rato sin parar. Oye ¡y no se cansaba!, que divertido fue aquello y que bien se lo pasaron todos.
Y pasaron los días y la jirafa y el león nunca mas volvieron a estar tristes, por que, ¿te acuerdas Ángela Ana lo que te dije al principio del cuento sobre los cuernecillos de la jirafa?, pues eso que el ratoncito que era lo mas chico que había en la selva, se convirtió en lo mas grande para todos los animales. Y lo mas curioso es que la felicidad que trajo el día que llegó, nunca mas abandono la selva. También dicen que el oso y la osa todavía no han podido hacerle la foto al ratoncito, claro, con lo que corre.
Y aquí termina el cuento Ángela Ana, espero que te haya gustado, ha no, me falta el final, espera que te lo digo.Y COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.
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