Mi nacionalismo
no es mi patria, ni mi bandera,
ni tan siquiera mi casa.
No es frontera de racismo.
Mi nacionalismo
no idolatra, ni venera,
ni tan siquiera ama.
No es cuna de espejismo.
Mi nacionalismo
no se exalta, ni se irrita,
ni tan siquiera habla.
No es viento de fanatismo.
...
Mi nacionalismo
no va más allá
de la dermis de mis ismos.
...
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