Tengo que viajar
y aún no ha llegado.
Deseo ir acompañado,
no quiero soledad.
Ella me entretiene.
Un árbol,
una nube,
desaparece,
me escondo,
aparece,
me busca,
la encuentro
tras la montaña.
Sabe de mi sentir.
Triste,
me acompaña
sonriente.
Cansado,
ilumina potente
mi camino.
Y cuando quiero soledad
desaparece.
Me conoce
y comprende
mi silencio,
mis risas,
mi llanto,
mi pensamiento vacío,
mil dudas,
y un deseo.
Cuando salimos
viene dorada
con sus mejores galas,
al enfriar la noche
se cubre
con prendas blancas.
Enrojece
con mi mirada,
y se tiñe de azul
para conquistar
mi alma.
« uVe.arias »