Aún no había día,
ni tampoco noche,
era la luz del alba
que pasaba por la ventana.
Y a la luz del alba
jugaban,
jugaban que eran amantes,
y haciendo el amor jugaban.
Antes de dormir el día,
la noche despertaba,
era la luz de poniente
que pasaba por la ventana.
Y a la luz de poniente
soñaban,
soñaban en sus almas unidas,
tras la ventana soñaban.
« uVe.arias »